martes, 28 de abril de 2015

Una lanza a favor de Meereen (¡viva la Khaleesi!)

Deberíais ejecutarme en una plaza. Sí, voy en serio. He cometido el mayor pecado que puede profesar un fan crítico y serio de Canción de hielo y fuego. Por mi vergüenza me condenarían hasta los Niños del Bosque; me juzgarían los Otros y los Primeros Hombres. He pecado tan fuerte que los Gorriones me harían pasear desnudo siete veces por las calles de Desembarco del Rey. R'hllor me perdone, ¡he disfrutado de la trama de Meereen en la serie!

He transgredido las leyes de cualquier persona con criterio, pero, ¡qué se yo! ¿No puede uno darse un caprichito de vez en cuando? No con esto, ¿verdad...?

No me malentendáis, no vengo aquí a cuestionar los -acertadísimos- argumentos que ponen en tela de juicio la virtuosa y magnífica Daenerys que nos propone el Varys televisivo. Precisamente vengo a reivindicar esos razonamientos y por extensión, a la propia serie. Porque siento que por primera vez, Benioff y Weiss se han deshecho del forzado culto que rinden hacia la Madre de Dragones. En lo que llevamos de esta temporada, parece que Daenerys al fin se ha impregnado del ambiente abyecto y el olor a mugre que caracteriza al resto de tramas políticas. Y qué queréis que os diga: le sienta genial.

Siempre he pensado que el nudo de Meereen contiene las mejores ideas y el peor ritmo de todos los POV de Daenerys. La sucesión de cagadas a las que se aferra mucha gente para justificar su odio hacia la Khaleesi -que ahora se reconoce como reina, fíjate tú- me parece lo mejor que podría haber hecho Martin por su pequeña Mary Sue, ahora no tan perfecta. 

Porque Canción de hielo y fuego trata sobre errores, y que éstos no salpiquen a ciertos personajes -coff, coff, Tyrion, coff coff...- es sangrante. Por eso, ahora sí, aplaudo la determinación de Benioff y Weiss al reflejar las cuestionables decisiones de Daenerys en Danza de Dragones (2011) de forma tan contundente, huyendo de las horribles medias tintas que empañaban la calidad de esta trama en las dos temporadas anteriores.